¡¡¡Cómo México no hay dos!!!
A finales del año pasado vivimos algo que probablemente en otros países donde se rigen por la democracia, no se creería. Algo para Ripley.
El año pasado fue año de elecciones y muchos de los mexicanos responsables y preocupados por el futuro del país fuimos a votar. Un caso que hasta el día de hoy no logro comprender es el de Iztapalapa.
El PRD, (léase Andrés Manuel López Obrador) propuso para candidata como Jefa Delegacional a Clara Brugada, quien había apoyado a AMLO en el movimiento de resistencia después de las elecciones del 2006. (Recuerdan el bloqueo de Reforma).
Pocos días antes, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación votó para anular la candidatura de Clara y se la dio a Silvia Oliva, quien no era favorita de López Obrador.
Esto por supuesto no le pareció a Don Andrés, y como es su costumbre de no acatar los fallos que dictan las leyes, decidió proponer a Rafael Acosta Ángeles, mejor conocido como “Juanito”, por el partido del PT. (Hasta el momento no comprendo por qué a él sí lo aceptaron, siendo que no tiene la preparación necesaria para el puesto)
Como en Iztapalapa son fans de López Obrador, siguieron al pie de la letra sus instrucciones de votar por Juanito. Advirtiéndoles que una vez que ganara Juanito, éste pediría permiso y dejaría a Clara como Jefa de la Delegación. (Por supuesto, lo que él dice se tiene que hacer).
A pesar de esta advertencia, la gente votó por Juanito. Aquí, te pregunto a ti, que estás leyendo estas líneas ¿Tú hubieras votado, sabiendo esto? Me imagino que la mayoría dirá que no (Con excepción de si vives en Iztapalapa y tu héroe es López Obrador y piensas que te va a sacar de la pobreza en que vives).
Increíble pero cierto, votaron y Juanito tuvo un triunfo contundente. Según lo pactado, Juanito pidió permiso y dejó a Clara gobernando.
Pero algo salió mal y Juanito decidió regresar después de su permiso. Esto no le pareció al PRD y por supuesto a su disque líder y entonces se armó la gorda, como vulgarmente se dice.
Clara Brugada protestó y alegó que había ingobernabilidad en la Delegación por lo que Juanito debería ser removido. Le lanzó varias acusaciones entre ellas que estaba mal de la cabeza (si estaba, ¿por qué lo propusieron como candidato? Me pregunto yo).
Parecía que Juanito iba a resistir y a ponerse en contra del PRD y su tutor López Obrador, pero a final de cuentas, descubrieron que había falsificado su acta de nacimiento y la Asamblea Legislativa del D.F. (de mayoría perredista), encontró un motivo para destituirlo.
Marcelo Ebrad, Jefe de Gobierno del D.F. propuso a Clara Brugada para substituirlo en el cargo.
Humm, parece ser que los del PRD, pueden hacer lo que se les venga en gana y nadie les dice nada.
¿Qué dice a esto el Tribunal Electoral que rechazó la candidatura de Clara? Creo que nada. Si la rechazó, deberían oponerse a que sea Delegada, a fin de cuentas ni siquiera fue electa por la gente, deberían hacer valer sus decisiones y no aceptar lo que ha pasado.
Ahora, con esto, nos damos cuenta que lo de democracia es un peón en el ajedrez de los políticos. La pregunta es ¿A quién le van a dar jaque? ¿A la ciudadanía? ¿Al país?
Vendrán elecciones para el 2012, donde se elegirá Presidente de la República. Esto es algo serio, y debemos estar atentos y exigir, ya desde ahora que se emita una Ley en la que todo aquél que aspire a un puesto público, se someta a las pruebas necesarias para estar seguros que podrá desempeñar el cargo. De no pasarlas, que no se le acepte como candidato y se le niegue la oportunidad de substituir a cualquiera que haya sido elegido para el cargo y que renuncie.
Los invito a reclamar al TRIFE y sugerir lo anterior para que no se vuelva a repetir lo antes descrito.
Hagámoslo por México, para que no caiga en manos de embusteros.
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