La doctora nos dijo que salió bien de la operación y nos la llevamos a casa. De repente ese día, la Dalila se veía muy triste y no quiso comer. La toqué y la sentí fría. Como ya había tenido una crisis parecida, la llevé de inmediato con la Doctora. Ella la recibió y me dijo que la iba a tener en observación. Me regresé a casa y más o menos como a la hora, me llamó la doctora para decirme que ya había muerto. Su corazoncito le falló.
Esta enana nos dio muchas alegrías y dejó un hueco en nuestro hogar y en nuestro corazón, siempre la recordaremos con mucho amor.
La casa estaba muy triste, todo nos la recordaba y lloramos mucho. La McKenna, aunque no se llevaba con ella estaba triste y la buscaba. Se extrañaba que tuviéramos las puertas abiertas (como las separábamos, siempre estaban cerradas).
A los 5 días de su muerte, la doctora nos llama y nos dice que tiene una perrita en adopción y nos pregunta si la queremos. Es una Dálmata, nos dijo. Respondimos que sí y aquí se las presento:
CASSANDRA
Está preciosa y es una latosa, todo muerde ya nos echó a perder varios zapatos, juega rudo con la McKenna, no le atemoriza su tamaño, pareciera que son como iguales y la McKenna le tiene una paciencia…
Trajo la alegría a esta casa, la queremos mucho y la vamos a cuidar muy, pero muy bien. Doy gracias por este medio a la persona que nos las dio, que Dios la bendiga.
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